jueves, 12 de febrero de 2009

UN PUEBLO SANTO PARA JEHOVÁ

“Porque tú eres un pueblo santo para Jehovah tu Dios; Jehovah tu Dios te ha escogido para que le seas un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra.”

Indudablemente, no se puede negar que a Dios le encanta los retos, las misiones imposibles son las especialidades de la casa. Podemos decir eso por lo que Dios ha demostrado a lo largo de la historia y con nuestra propia vida, ya que nosotros hemos sido y seguimos siendo una misión casi imposible para Dios, pero que día a día esa misión va tomando forma, y nosotros mismos nos asustamos de lo que Dios está realizando en nuestras vidas poco a poco.
Habiendo tantos pueblos sobre la faz de la tierra, Dios decidió por el más débil de todos, el que tenía más defectos, con el fin de llevar a cabo su obra.

Somos un pueblo santo.
Dios nos escogió con un propósito, y este es el de demostrar a nosotros que no existe nada imposible para Él. Dios sabía que éramos o somos un pueblo o personas entregadas a la idolatría, y que nos ha escogido para que vivamos todo lo contrario; como que no encaja la mente de Dios con la nuestra. Pero algo que debemos darnos cuenta, es que Dios nos escogió por su inmensa misericordia con el fin de demostrarnos cuan equivocados estábamos o estamos en creer que la vida es eso que estamos o estábamos viviendo.
Aunque nadie daba nada por nosotros, Dios nos llamó con el fin de hacernos un pueblo especial para Él, o sea que Dios quiere que nos demos cuenta de quienes somos realmente, infelizmente hemos creído en lo que el diablo ha dicho que somos, pero Dios nos apartó no solo para demostrarnos que nos llamó a ser santo, sino que también para manifestar su misericordia en nosotros.
Ser un pueblo especial, no es nada fácil, pues todo el mundo está con los ojos puesto en nosotros, y debemos demostrar que si somos especiales y superiores a los demás.
Dios quiere que nos demos cuenta que no somos cualquier cosa y eso se ve reflejado en las otras personas, puesto que ellas dicen que no merecemos estar donde estamos, para lo cual queremos decir que: “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia” Ro. 9:16

Soy amado por Dios.
Muchas personas se preguntan: ¿Cómo puede Dios amar a algunos y no a todos?
Lo que esas personas aún no han entendido es que Dios ama a todos por igual, pero que su amor se manifiesta en aquellos que se dejan ser amados; lo que me permite decir que no se trata de ser amado o no, sino de aquellos que han dejados usarse por Dios, sabemos que Dios quiere usar a todos nosotros, pero que no todos se dejan usar por Él, es donde tenemos conclusiones absurda de personas que llegan a decir que Dios tiene preferencias para con la personas.
Soy amado por Dios, porque soy lo que Dios ha dicho que soy, y lo creído y he comenzado a vivir una vida basada en lo que Dios dice de mí y no en lo que la gente dice de mí.
Lo más importante de cuando Dios me llama es que deposita su amor en mí, lo que me llena por completo y me permite no mendigar amor como hacen muchas personas queriendo escuchar de los hombres palabras de amor, cuando Dios ha derramado su sangre como la mayor prueba de amor por la humanidad, y aún seguimos esperando que alguien nos diga que nos quiere.
Soy tan amado por Dios, que hoy me ha puesto en una posición de privilegio, simplemente con el hecho de hacerme su hijo; en el mundo no era nadie, pero hoy sé que soy hijo de Dios coheredero de la gracia con Jesucristo su Hijo Unigénito, habiendo ningunas diferencia de derechos para con Dios el Padre.

La fidelidad de Dios.
Algo que disfruta mucho el pueblo de Dios, es la fidelidad de Dios; porque la fidelidad de Dios no es como la de los hombres que depende uno del otro; no, dios es fiel independientemente de lo que hagamos o no, porque como es un ser que vive en un presente absoluto, está basada en lo que dice hoy y no mañana o ayer. Dios promete ser fiel hoy, y como no tiene tiempo siempre será fiel; caso contrario el ser humano, prometen fidelidad al casarse, pero con el tiempo esa fidelidad se desvanece y la relación viene abajo porque no existe fidelidad.
Como pueblo de Dios, debo saber que su amor y promesas siempre estarán sobre mí, porque Él prometió ser fiel, pero al mismo tiempo espera que retribuyamos esa fidelidad para con Él, para que disfrutemos el 100% de Él.

Hay ciertas cosas que Dios demanda a su pueblo, entre las cuales están el guardar sus mandamientos; si queremos ser santos, debemos ser obedientes a su Palabra, no hay santidad sin obediencia.
Dios nos llamó a ser u n pueblo santo para Jehová, pero quiere que nos demos cuenta que no será fácil ser un pueblo santo, pero Dios sabe que vale la pena ser santo para Jehová.

Pastor Celio Rodriguez. Ec. 12:1